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CUALQUIERA  puede ir al CIELO 

¡Sólo SÉ BUENO!

 

CUALQUIERA 

¿Qué quieren decir con CUALQUIERA? ¿No dice el budismo que sólo los budistas son recompensados más allá de esta vida?

De acuerdo al budismo, dónde vamos tras esta vida no depende de nuestra religión. De hecho, no se requiere rezar al Buda, adorarle, o ni siquiera creer en Él para tener una buena existencia tras esta vida.

Lo que nos suceda tras esta vida depende de 
cómo nos comportemos en la vida presente.

El camino al Cielo no pasa por fe o la adoración, 
sino por obrar el bien y evitar el mal.
 



El Buda nunca dijo nada al estilo de “adórame y serás recompensado.” De igual modo, Él nunca amenazó con castigar a quien no creyera en Él o a quien no siguiera sus enseñanzas.

El Buda dijo que no hay nada de incorrecto en dudar de Él, e incluso en cuestionarle, ya que a la mayoría de las personas les llevaría un tiempo el entender plenamente sus enseñanzas.

Él enfatizó que cada persona ha de buscar, entender y experimentar la Verdad por sí misma y no tener fe ciega en nada ni en nadie.

Por ello, tanto cristianos como musulmanes, judíos o budistas, taoístas e incluso ateos pueden obtener una existencia bendita tras esta vida. Claro está, ¡siempre que hayan sido “buenas” personas!



CIELO

¿Qué quieren decir con CIELO?

Se puede definir el Cielo como un lugar donde podemos renacer tras la muerte. Puede ser también un estado mental.

Tomemos como ejemplo una persona de temperamento acalorado quien se halla de forma continua malhumorada y encoleriza con facilidad. Tal persona provocará incomodidad y miseria a todos cuantos le rodean, incluyendo a sí mismo. Por otro lado, tomemos a una persona de carácter apacible, con una mente tranquila y siempre en paz consigo mismo y con los demás.

Debido a su estado mental, la vida de la persona con temperamento acalorado parecerá un Infierno para sí mismo y para todos cuantos le rodean. Ni que dudar cabe que la persona de temperamento apacible, así como aquellos que le rodean, gozarán de vidas gozosas y cuasi-celestiales.

Las enseñanzas del Buda, mostrándonos cómo obtener tales benditos estados mentales, nos permiten experimentar el Cielo en esta tierra.

Además de los estados mentales, los budistas creen en la existencia de varios tipos o planos de existencia en el universo y que éstos pueden ser bien lugares de sufrimiento o lugares de felicidad. Tradicionalmente, los planos de sufrimiento (o planos Inferiores) incluyen el Infierno, mientras que los planos de felicidad (o Superiores) son los planos Humano y Celestial.

En qué plano renaceremos depende del kamma que hayamos acumulado por nosotros mismos en esta vida, así como del kamma acumulado en vidas previas. Este kamma es el resultado de nuestros actos y de nuestros comportamientos habituales.

La dimensión del total de la población humana en la Tierra no es fija o estática como en un ciclo cerrado, ya que la reencarnación no se limita tan sólo al plano humano. Existen muchas otras dimensiones de existencias en el universo, aparte de nuestra propia dimensión humana, en donde podemos renacer o desde donde la reencarnación puede emanar.

Para leer más acerca de los diferentes planos de existencia ir a la página de Más Preguntas


Si vamos a un plano Inferior, ¿permaneceremos allí por toda la eternidad?

Los budistas creen que la cantidad de tiempo empleada en un plano Inferior estará en función directa a la cantidad de kamma negativo que haya sido acumulado.

No existe tal cosa como el sufrimiento eterno para nadie, no importa cuánto mal se haya obrado.

Incluso si ello lleva un tiempo muy largo, el sufrimiento llegará a su fin, una vez que el kamma negativo haya sido agotado.

El budismo no se adscribe a ningún concepto injusto de castigo infinito para las finitas malas acciones. 

Tampoco “amenaza” el budismo a los seguidores de otras religiones con ninguna forma de castigo en absoluto. Cada persona tiene la libertad de elegir sus propias creencias y caminos.


¿Permanecemos en el plano del Cielo para siempre? ¿Es el Cielo la meta última?  

Aquellos seres que han hecho mucho bien y que han acumulado mucho kamma positivo pueden renacer en un plano Celestial. Incluso cuando aún no seamos capaces de alcanzar Nibbana, El Buda nos alentó a que llevásemos vidas virtuosas para poder renacer en un plano Superior y, más importante, para protegernos de renacer en un plano Inferior.

Aun cuando la existencia en un plano Celestial puede durar por un periodo prolongado de tiempo, ésta no es infinita. Los seres de tales planos morirán también eventualmente y volverán a reencarnarse una vez que su kamma positivo haya sido agotado.

Los budistas, como tales, no consideran el renacer en un plano Celestial como una meta última. Para la mayor parte de los budistas el objetivo sería más bien la obtención de Nibbana.

Se cuenta que Nanda, hermanastro del Buda, hallándose descontento, le dijo al Buda que quería abandonar la vida santa. El Buda entonces le llevó a uno de los planos celestiales y le mostró todos sus placeres. El Buda le prometió que gozaría de tales placeres si practicaba el Dhamma correctamente. Ello inspiró a Nanda y éste practicó de forma diligente para que pudiera renacer en ese plano Celestial.

A lo largo de su práctica, Ananda se hizo consciente, de una forma gradual, de que Nibbana es una felicidad mucho mayor que el estar en el Cielo y éste relegó al Buda de su anterior promesa.


¿Qué es entonces Nibbana?

Sin tener práctica previa del camino trazado por El Buda, Nibbana puede ser un concepto difícil de entender. Es como tratar de explicar los colores a un ciego, o el sonido a un sordo. El lenguaje convencional no puede describir adecuadamente Nibbana. Éste ha de ser experimentado para poder ser entendido.

No obstante, y de una forma concisa, Nibbana es la ausencia total de toda ansiedad y sufrimiento, que se alcanza por la persona que ha erradicado toda forma de avaricia, odio y engaño. Es un estado de permanente dicha y felicidad en el que no hay más renacimientos.

El Buda nos enseñó cómo reducir, y eventualmente eliminar, la avaricia, el odio y el engaño en sus múltiples facetas. Y ello se puede conseguir a través de cultivar las cualidades positivas de la generosidad y la amabilidad, la paciencia y la compasión, la moralidad y la sabiduría.

Con la práctica apropiada del budismo es posible que cualquiera experimente la paz y la felicidad de Nibbana, incluso en nuestra vida presente.  ¡Investiga, examina y prueba las Enseñanzas del Buda por ti mismo!

 



No hace falta esperar a morir,    
siente el Cielo mientras vives.  
Cielo aquí y ahora,
es el sabor de Nibbana en esta vida.


 

 

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