|
Esta
sección de 'Tan Sólo sé Bueno' se compone de presentaciones y
comentarios acerca de cuatro importantes y bien conocidas enseñanzas del
Buda: De
manera creciente, personas modernas y educadas sienten la necesidad de enseñanzas
espirituales desprovistas de mitos e historias fantásticas, libres de
amenazas de castigos y carentes de creencias que vayan en contra de la
ciencia y la razón. Simple
fe y adoración no son ya suficientes en nuestros tiempos. El budismo, con
sus enseñanzas prácticas y consistentes y con su relevancia en nuestras
vidas diarias, puede satisfacer mentes inteligentes e inquisitivas y, por
lo tanto, es muy atractivo para nuestra sociedad actual. Los
suttas aquí presentados son buenos ejemplos de tales enseñanzas. Éstos
se presentan en un contexto moderno, usando un lenguaje contemporáneo.
También se han dividido en capítulos, con encabezados, sub-secciones y
explicaciones intercaladas que hacen su lectura más fácil.
El
Sutta Vyagghapajja
- Cómo
acumular riquezas El Sutta Parabhava - Cómo evitar declives El Sutta Mangala - Una vida de bendiciones
Introducción El
budismo es generalmente percibido como una práctica altamente espiritual,
con la elevada meta de salvar a todos los seres sintientes, o de obtener
Nibbana. Sin embargo, es a menudo ignorado el hecho de que El Buda impartió
también muchas enseñanzas valiosas para guiar a las gentes en sus vidas
diarias, ya sea en familia, administrando sus negocios o en interacción
social. Uno
de los factores clave para la rápida expansión del budismo en la antigua
India fue la habilidad del Buda como maestro. Así, fue capaz de percibir
la madurez moral y espiritual de sus oyentes. Por ejemplo, si Él veía que
sus oyentes no se hallaban preparados para entender Las Cuatro Nobles
Verdades o El Camino Noble Óctuple, entonces impartía las enseñanzas más
básicas, más fáciles de entender y de ser aceptadas. Para
las gentes ordinarias El Buda explicaba los beneficios de la generosidad y
la moralidad de forma que, si aceptaban y practicaban estas enseñanzas,
tendrían mejores vidas presentes así como reencarnaciones más favorables,
o incluso celestiales, en el futuro. A través de aprender y practicar
incluso estas enseñanzas básicas se crean las condiciones para que continúen
en el camino hacia la iluminación plena en sus vidas futuras. El
Buda sabía que sería poco realista y sin sentido el tratar de explicar
enseñanzas superiores a aquellos que no estaban preparados para ellas. De
lo contrario, no sólo les habría confundido sino que—aún peor—les
habría alejado del Dhamma. Sólo cuando veía que estaban preparados El
Buda les impartía enseñanzas superiores. El
budismo habría fallado si El Buda no hubiera adaptado sus enseñanzas de
acuerdo a la capacidad de sus oyentes. Él era capaz de variar el estilo,
el contenido y la profundidad de sus enseñanzas para que sus oyentes
recibieran el mayor beneficio de ellas. Tal flexibilidad contribuyó también
a la supervivencia del budismo, a su expansión y a su éxito a través de
los tiempos. De
forma similar, en nuestra era de rápidos cambios y con frecuencia de
excesivo materialismo, muchas personas se hallarán más interesadas en
aquellas enseñanzas que tengan un impacto positivo e inmediato en sus
vidas diarias.
Por tanto, las prácticas y sencillas enseñanzas del Buda aquí
presentadas serán de gran valor y servirán como punto de partida para
muchos. Además, en caso de seguirlas, estas enseñanzas servirán de peldaños
hacia ideales más elevados, hacia el progreso espiritual y, más
importante, ellas marcarán el comienzo del viaje en el budismo. En
esta sección de 'Tan Sólo Sé Bueno' se presentan
El Sutta Sigalovada (Código ético para seglares), el Sutta
Vyagghapajja (Condiciones para el bienestar), El Sutta Parabhava (Causas
del declive) y El Sutta Mangala (Discurso sobre las bendiciones). Éstas
son grupos sistemáticos y comprensivos de normas a aplicar en la vida
diaria, en las relaciones sociales e incluso en la economía y la política,
las cuales conducen gradualmente a enseñanzas más profundas del Buda. Se
debe hacer notar, no obstante, que estas enseñanzas no son mandamientos
del Buda. El Budismo no abriga el concepto de seres celestiales
estableciendo normas que, si se desobedecen, conllevan un
castigo eterno en el infierno. El Budismo no se basa en recompensas
y amenazas sino en conocimiento y entendimiento. Sólo a través de
exploración, cuestionamiento y adecuado entendimiento de las enseñanzas
del Buda, pueden éstas ser seguidas.
Fe
ciega y adoración sin pensar no son prerrequisitos para ser budista. Estas
son, de hecho, cualidades negativas a evitar ya que ellas conducen al
dogmatismo, a la terquedad y a la inflexibilidad. En budismo, una mente
receptiva e inquisitiva es considerada una valiosa cualidad y un signo de
apertura e inteligencia. No
hay aquí nada místico o remotamente exótico. El Buda nunca recurrió a
rituales supernaturales ni requirió grandes actos de fe en ninguna de sus
enseñanzas. Aquí todo es racional y sensible, relevante al tiempo
presente y muy llano. Estas enseñanzas no son difíciles y cualquiera las
puede practicar, sea o no budista.
|
Siguiente | ||||